Hola! Soy Juli
Sobre mí

¡Hola! Soy Juliana, tengo 27 años y nací en Buenos Aires, Argentina.
Mi vínculo con los animales empezó hace más de una década, pero marcó para siempre el rumbo de mi vida.
Todo comenzó en un viaje familiar en 2013. Caminando por el Barrio Chino, vi langostas vivas expuestas en la vidriera de un restaurante, esperando ser elegidas para terminar en un plato. Ese día algo cambió en mí.
Sentí una tristeza profunda… pero también una claridad inesperada: era empatía, era amor. Entendí que si quería ayudar a los animales, el primer paso era sacarlos de mi plato.
A pesar de no ser comprendida por mi entorno en ese momento, seguí adelante. Ese amor era más fuerte que cualquier comentarioA partir de ahí, me sumé a refugios y organizaciones: cada sábado bañaba y cuidaba gatitos recién rescatados, quitándoles las pulgas y dándoles el primer contacto amoroso. También participé en rescates de perros, incluso de caballos. No importaba el frío, el cansancio ni las noches sin dormir: yo sentía que estaba en el lugar correcto.
Durante un tiempo creí que mi camino era la veterinaria. Estudié para ser auxiliar, pero al avanzar con la carrera algo me incomodaba. El enfoque académico, especialmente en lo que respecta a la producción animal, me hizo darme cuenta de que ese no era mi lugar. Hasta que un día me atrapó algo diferente: el lenguaje canino. Ver a los perros comunicarse, expresarse, interactuar… despertó mi curiosidad.
Empecé a preguntarme qué sentían, qué necesitaban, cómo podía yo entenderlos mejor. Y ahí descubrí el mundo del comportamiento canino. Me formé como adiestradora con un enfoque respetuoso, basado en la comprensión y el refuerzo positivo. Practiqué con Bruno, el perro de mi hermana, y confirmé lo que ya sospechaba: trabajar con perros me apasiona. No por “enseñarles a obedecer”, sino por acompañarlos a ser felices, comprendidos y plenos en un entorno humano.
Ser vegana, activista por los derechos de los animales y educadora canina no son partes separadas de mi vida. Son un mismo camino, una misma mirada: la de construir un mundo donde los animales sean tratados con respeto, empatía y amor.
Gracias por tomarte el tiempo de conocerme!
Ojalá podamos caminar un tramo de este viaje juntas/os.
Si buscás un cambio real, este es el primer paso para entenderse, adaptarse y disfrutar juntos como se merecen.